MIAMI-DADE COUNTY, Fla. – Se llevó a cabo una celebración especial de cumpleaños para un héroe del sur de Florida el viernes.
George Gibson, el oficial retirado más longevo del Departamento de Policía de Miami-Dade, cumplió 99 años.
Gibson se convirtió en uno de los primeros policías afroamericanos del condado en una época en la que ni siquiera era aceptado en su propio departamento.
Su valentía abrió puertas para otros, como Stephanie Daniels, la primera directora afroamericana del departamento.
Después de 42 años en el cuerpo policial, Gibson finalmente dejó su placa y su arma en 1993.
“Como le dije al director el día que me retiré, lo hice a mi manera”, dijo Gibson.
Gibson afirma que su pasión era la policía y el devolver a la comunidad.
“Lo que más me enorgullece de mi departamento de policía es poder apoyar a las mujeres policías afroamericanas del departamento”, dijo.
Ese apoyo, su sueño de ser policía en el condado de Miami-Dade, y su valentía allanaron el camino para otros, décadas después.
Otros como Daniels, a quien Gibson pudo conocer solo unos días antes de su cumpleaños número 99.
“Definitivamente allanó el camino”, dijo ella. “Y tengo que decir gracias.”
Un momento que cierra el círculo, casi improbable considerando los tiempos en la década de 1950 cuando Miami-Dade formaba parte del sur segregado, y aun así Gibson fue contratado como uno de los primeros policías afroamericanos del condado.
Tomó juramento el 1 de octubre de 1956.
La valiente decisión de Gibson tuvo desafíos, generalmente por parte de sus compañeros blancos en el cuerpo policial.
El jefe del departamento suspendió a Gibson tres veces por romper la política al arrestar a un hombre blanco.
“El jefe de policía, sabiendo que había hecho este arresto, me suspendió por 10 días”, dijo.
Con 1.88 metros de estatura y más de 100 kilos, Gibson tenía una presencia intimidante mientras patrullaba, pero por su seguridad todavía necesitaba equipo básico de policía y se lo negaron.
“Como tenían radios portátiles, yo tenía que ir al teléfono más cercano para llamar a las estaciones de policía”, recuerda.
Patrulló Perrine, Goulds, Redlands y áreas alrededor de Homestead enfrentando odio y peligro, incluso tuvo palabras con el líder principal del Ku Klux Klan justo antes de un mitin.
“Me acerqué directamente al líder y le dije, dos errores no hacen un acierto,” comentó Gibson. “Y no marcharon en Homestead esa noche. Créalo o no, se convirtió en un amigo mío.”
Después de su carrera en la policía, Gibson llevó sus talentos al púlpito, pasando décadas predicando, quizás divinamente elegido para ambas tareas.
Después de todo, el verdadero don de Gibson parecía ser el de retribuir y nunca rendirse.